viernes, 7 de mayo de 2010

Mente sana, en un cuerpo sano¡¡¡

Las endorfinas son hormonas que produce el propio cuerpo en unas condiciones determinadas con efectos similares a la morfina.
Cuando el organismo libera esta hormona, la persona tiene sensaciones de placer y bienestar, lo que ha llevado a las endorfinas a ser conocidas también como las hormonas de la felicidad.
La práctica regular de ejercicio físico es la mejor garantía de una respiración eficaz y de una sobre-estimulación en la producción de endorfinas. Esta dosis extra es la causa de la energía que se experimenta al realizar un ejercicio sin llegar al agotamiento, sensación similar a la que pueda llegar a producir una droga excitante.
Es por eso, que resulta conveniente aumentar el ritmo y la frecuencia de la actividad física. Para tal fin no es necesario practicar algún ejercicio a una intensidad muy elevada ni durante mucho rato, sino que la clave está en realizar alguna actividad que implique movimiento. Por ejemplo:
Realizar un tipo de ejercicio aeróbico 3 veces por semana. Eso es, ejercicios de media intensidad durante 30 o 40 minutos. Una buena manera para principiantes, sería andar a ritmo rápido.
Todas aquellas rutinas que empiecen de una manera suave y vayan de menos a mas también son óptimas y si encima lo hacemos en compañía, a parte de motivarnos mas, también comprobaremos que la relación con otras personas favorecen la liberación de las endorfinas.
Está demostrado que la risa es la mejor fuente de endorfinas sobretodo por la influencia que tiene la risa sobre la química del cerebro y del sistema inmunitario.
El solo hecho de reproducir el gesto de la sonrisa ya nos hace segregar endorfinas, por un mecanismo similar la que nos hace segregar saliva con solo oler o pensar en una buena comida.

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